Un fan de Nintendo vendió por solo $40 dólares una colección con dos Game Boy y juegos clásicos como Pokémon Cristal, Pokémon Amarillo y The Minish Cap y el comprador restauró los equipos, para revender todo por $400 dólares, multiplicando por diez la inversión.
Un caso reciente en la comunidad gamer ha desatado un intenso debate sobre el mundo del coleccionismo y la reventa, luego de que un jugador de Nintendo decidió desprenderse de una pequeña colección de consolas y videojuegos portátiles.
Entre ellos títulos emblemáticos de la saga Pokémon y The Legend of Zelda.
El comprador, sin dudarlo, pagó apenas $40 dólares por el lote, consciente de que el valor real de lo adquirido era muy superior, y luego de darse el trabajo de restaurar todo, lo vendió en $400 dólares.
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Un lote lleno de joyas ocultas
Lo que parecía un simple intercambio entre particulares se convirtió en un ejemplo de cómo los revendedores pueden sacar provecho de quienes desconocen el mercado retro.
En este caso, el comprador logró multiplicar por diez su inversión, mientras la comunidad debate si la transacción fue justa o un abuso de confianza.
La colección vendida incluía dos consolas portátiles, un clásico Game Boy en color gris y un Game Boy Color.
Aunque uno de los dispositivos no encendía al principio, el comprador se encargó de limpiarlo, repararlo y devolverlo a la vida con herramientas básicas y algo de paciencia.
Sin embargo, lo verdaderamente valioso estaba en los cartuchos, ya que etre ellos destacaban Pokémon Edición Amarilla, Pokémon Cristal y The Legend of Zelda: The Minish Cap.
Estos juegos, incluso usados y sin caja, mantienen un valor considerable en el mercado de segunda mano:
- Pokémon Cristal: alrededor de $100 dólares.
- Pokémon Amarillo: cerca de $40 dólares.
- The Minish Cap: otros $40 dólares en promedio.
Con las consolas y los demás títulos incluidos, el valor estimado del paquete superaba con facilidad los $200 dólares, cinco veces más de lo que el fan de Nintendo recibió.
Y como adelantamos, tras la restauración, el comprador revendería la colección completa por $400 dólares.
El dilema ético de la reventa
El desenlace generó reacciones encontradas en Reddit, donde algunos usuarios celebraron la astucia del comprador, señalando que no hizo más que aceptar la oferta sin regatear.
Otros, en cambio, criticaron la práctica, considerándola poco ética por aprovecharse del desconocimiento de alguien que poseía auténticas reliquias.
Comentarios irónicos como “básicamente acabas de robar a un tipo” convivieron con opiniones más comprensivas: “para mucha gente, $40 o $50 dólares es lo normal si solo quieren deshacerse de trastos viejos”.
Además, como siempre, no faltaron los memes de “bien por ti, felicitaciones”.
El propio comprador se defendió asegurando que no era su responsabilidad investigar el valor de los objetos por el vendedor, y que únicamente aceptó un precio que le propusieron.
Un caso que al final, ilustra un dilema recurrente en el coleccionismo, dejando preguntas como: ¿es legítimo sacar beneficio de quien no conoce el valor de lo que vende, o debería primar la honestidad y la transparencia?.
Y es que para algunos, en un mercado donde la nostalgia se ha convertido en un negocio millonario, la línea entre oportunidad y abuso sigue siendo difusa.
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