Buscando finalmente comenzar a posicionarse como una plataforma viable para videojuegos, Windows on Arm estrena mejoras en emulación, controladores y soporte antitrampas, y aunque el rendimiento aún no es perfecto, el ecosistema avanza con mayor solidez hacia una experiencia competitiva frente al hardware tradicional.
La promesa de que los videojuegos “simplemente funcionarían” en los portátiles con Snapdragon X Elite sonaba ambiciosa hace un año, sobre todo pensando que las pruebas iniciales demostraron que todavía había un largo camino por recorrer, pero durante los últimos meses, tanto Qualcomm como Microsoft han impulsado cambios que han transformado la experiencia.
Esto gracias a nuevas herramientas de optimización, controladores gráficos actualizados, mayor compatibilidad con sistemas antitrampas para juegos como Frotnite y un avance sustancial en la emulación, ofreciendo por primera vez una base verdaderamente funcional para títulos modernos.
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Un año de transformaciones tecnológicas
Según un reporte de The Verge, la pieza central de esta evolución es el nuevo Snapdragon Control Panel, una aplicación que debuta esta semana y que analiza de manera automática los juegos instalados en equipos con Snapdragon X Elite para aplicar configuraciones optimizadas. Su funcionamiento recuerda a las soluciones que ofrecen fabricantes como AMD o Nvidia, con ajustes específicos para tasa de cuadros, antialiasing, filtrado de texturas y otros parámetros clave para mejorar la estabilidad y el rendimiento gráfico.
Qualcomm asegura que este panel no solo facilita ajustes finos, sino que también democratiza el proceso para usuarios menos expertos y, además, la herramienta permite acceder a los últimos controladores Adreno, optimizados para títulos recientes.
Según la compañía, desde el lanzamiento del hardware el año pasado se han realizado correcciones y mejoras para más de un centenar de juegos, con actualizaciones continuas destinadas a reforzar la estabilidad del ecosistema Windows on Arm en el terreno del entretenimiento interactivo, todo dentro de un avance que no sería posible sin la contribución de Microsoft.
La marca también ha reforzado el emulador Prism para incorporar compatibilidad con instrucciones x86 AVX, fundamentales para numerosos videojuegos y aplicaciones creativas, mientras en paralelo, los chips más recientes de Qualcomm, los Snapdragon X2 Elite, ya soportan emulación AVX2, una actualización que llegará también a los dispositivos actuales de la familia Snapdragon X Series en las próximas semanas.
Junto a lo anterior, la app de Xbox para Windows on Arm también ha evolucionado, pensando que en su debut, coincidiendo con los PC Copilot Plus, la aplicación era poco más que un portal hacia Xbox Cloud Gaming, sin herramientas completas de biblioteca, tienda o instalación.
Hoy, esto cambió por completo, ya que los usuarios ya pueden descargar juegos compatibles en ARM64, ampliando de manera significativa el acceso a títulos dentro del ecosistema de PC Game Pass.
El desembarco de Fortnite y la batalla por el soporte antitrampas
Entre todo este avance, uno de los hitos más simbólicos de este año es la llegada de Fortnite a Windows on Arm, para lo cual Qualcomm trabajó junto a Epic Games, habilitando un soporte de antitrampas a nivel kernel, requisito indispensable para el juego competitivo en línea, aunque para ejecutar el popular battle royale, será imprescindible contar con la versión más reciente del controlador gráfico Adreno.
La compañía también mantiene alianzas activas con otros proveedores de sistemas antitrampas, incluidos Tencent Anti-Cheat Expert, Roblox Hyperion, Denuvo, InProtect GameGuard, Uncheater y BattleEye. El objetivo es ampliar la compatibilidad multijugador en Windows on Arm, uno de los elementos más críticos para consolidar la plataforma como alternativa real en el ámbito gamer.
Es así como para cerra, el lanzamiento de Fortnite en la tienda de Xbox para PC marca otro precedente importante: es la primera vez que Epic libera el juego fuera de su propio launcher o de la Epic Games Store, movimiento que coincide con un acuerdo para integrar Fortnite Crew entre los beneficios de Xbox Game Pass Ultimate.
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