La octava generación de consolas iniciada a finales del año 2013 con el lanzamiento oficial de PlayStation 4 y Xbox One prácticamente al unísono ha marcado serias diferencias entre sus principales participantes. La consola de Sony y su mercado más abierto en un principio a desarrolladoras independientes, más facilidades en su sistema de juego en línea y exclusivos de renombre le valieron la preferencia por sobre la propuesta de Microsoft.
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Fueron exactamente los mismos puntos fuertes que la compañía de origen japonés ostentó los que en su falta en la propuesta de Microsoft hicieron caer rápidamente a la consola, segregándola de la selección favorita de los fanáticos. La octava generación de consolas está llegando a su fin este 2018 y reportes aseguran que la siguiente guerra de hardware tendría un potencial beneficio en ventas para el siguiente dispositivo de Xbox.
Engadget reconoce los beneficios de las últimas ediciones más portátiles de Xbox One, permitiendo mejores remuneraciones con cifras que crecen muy significativamente año tras año.
“Las ventas de Xbox One muestran el mayor crecimiento de las tres plataformas principales [de hardware] en los EE. UU”, escribió Mat Piscatella, analista de la firma NPD Group. “Xbox One X, en particular, ha tenido un rendimiento extraordinario”.
Finalmente, el informe aseguró que después de cinco años, varias versiones de las consolas y diferentes modelos de sus controles ahora Xbox está nuevamente posicionado como líder en la industria y su próxima tecnología de consolas así lo demostraría.
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