A pesar de que se trata de dos dispositivos con capacidades muy diferentes y orientados a segmentos de mercado igual de dispares, el hecho de que tanto PS Vita como 3DS sean consolas portátiles ha dado pie a la noción de que compiten directamente e, incluso, que la debacle del sistema autoestereoscópico de Nintendo es un mal augurio para las aspiraciones de Sony.
En respuesta a dichas especulaciones, así como a aquellas que sostienen que los teléfonos inteligentes también representan a un rival poderoso, Hiroshi Kawano, director general de Sony en Japón, declaró que no ven al 3DS como un competidor, pues ambos son diferentes no sólo en aspecto, sino también en precio y, por su parte, los smartphones no tienen como principal objetivo el fungir como plataformas de juego, así que tampoco representan amenaza alguna.
La gente que quiere comprar un sistema para juegos no sale buscando un smartphone por este atributo exactamente, aseguró, y es que en fechas recientes, algunos desarrolladores han atacado el alto precio de Vita, arguyendo que si los jugadores no quisieron pagar $249 dólares por el 3DS, el PS Vita será, literalmente, un desastre. En el mismo tono, la fabricante surcoreana de electrónicos, LG, sostuvo hace tan sólo un par de meses que la era de las plataformas móviles había terminado.
Aun con toda esta presión, Sony se ha mantenido fiel a su concepto y producto, descartando un recorte de precio en numerosas ocasiones. Al mismo tiempo, la compañía nipona cobijará a Vita con un sólido y numeroso repertorio de juegos y accesorios con los que espera justificar su costo. De hecho, el nivel de confianza es tal, que Kawano pronosticó que el primer medio millón de unidades Vita se agotará con celeridad en la tierra del Sol Naciente.
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