Pese a mantenerse constante y vigente durante más de 25 años, incluso frente a las recientes señales de alarma, Nintendo debe mucha de su buena fortuna a la presencia de un hombre clave: Shigeru Miyamoto, icónica celebridad que dio pie a la revolución impuesta por Mario Bros. y que la llevó a colocarse como una de las franquicias más redituables en la industria del pixel. El problema es que su retiro, aunque descartado de momento, tendrá que llegar en un futuro tal vez no tan lejano, y surgen interrogantes de qué sucederá con una compañía cuyos éxitos o al menos los más importantes han sido dirigidos por este hombre.
Reiterando afirmaciones de Miyamoto, para el director de Super Mario 3D Land, Koichi Hayashida, la frescura en las franquicias de Nintendo está impulsada por las capacidades de la consola en que son lanzadas, y no tanto por la creatividad de un solo sujeto. En el caso específico de Mario, esas características únicas son las que han llevado a buscar nuevas combinaciones de la mecánica propia del universo Mario, pero renovada para favorecer dicho hardware.
Hayashida piensa que esa mezcla de lo tradicional con aspectos nuevos aporta el sentido de frescura, y aunque Miyamoto funge como el rostro de la compañía en términos creativos, Nintendo implica más talento que lo que podría aportar Shigeru solo.
Es un hecho que el Sr. Miyamoto no se retirará pronto, y debo decir que trabajaré con tanta entrega como pueda en juegos actuales y futuros, pero la compañía está construida con ideas fantásticas, aportadas por mucha gente, por supuesto también muchas del propio Miyamoto.
El comentario final de Hayashida cierra en que se preocupan por estas ideas y se esfuerzan por llevarlas a cabo, pero igual de importante que su ejecución vigente, es transmitir las reglas de proceso a nuevas generaciones para que continúen la labor.
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