Fuentes allegadas a Microsoft le revelaron a un portal europeo, que el Xbox One está diseñado para permanecer encendido durante 10 años, ser casi completamente silencioso y reducir los tiempos de carga al mínimo.
Lo anterior explica las voluminosas dimensiones del aparato, mismo que mide 34 cm × 26 cm × 8cm aproximadamente. Y es que en el interior yace un gigantesco ventilador que evitará que se repita un embarazoso escenario como el del Xbox 360, consola cuyo primer modelo falló dramáticamente en términos de enfriamiento.
Desarrolladores que han trabajado recientemente con el Xbox One aseguran que el dispositivo es completamente silencioso, emite muy poco calor cuando está en reposo y sólo incrementa su actividad cuando el procesador AMD está operando a máxima capacidad.
Otra supuesta ventaja es que el Xbox One almacenará el estado de las partidas en cada juego en la memoria RAM, lo que le permitirá al usuario regresar a la acción casi de inmediato y con muy poco tiempo de carga, sin importar el lapso transcurrido entre sesiones de juego.
De momento, todo esto permanece en el terreno de la especulación, pero la controvertida política DRM del aparato ―hoy descartada― evidenciaba la intención de Microsoft de tener la consola siempre conectada y encendida.
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