Uno de los principales problemas que enfrenta la industria de los videojuegos de manera silenciosa y que pocos se atreven a atacarlo es de la preservación de nuestro hardware y software, sobre todo en un medio tan cambiante y donde cada vez se vuelve todo más digital. Por ello nace la necesidad de preservar para la posteridad y los videojuegos y nacen los museos dedicados a estos, los cuales existen hace bastante en varias partes del mundo e incluso ya hay dos en Estados Unidos, como el de Arte Digital y el de Pinballs.
Sin embargo faltaba uno dedicado a los videojuegos en general, y de hecho existía. El Museo Nacional del Videojuego tiene más de 25 años de historia, sin embargo durante esas dos décadas y media fue un museo itinerante, no poseía un lugar físico permanente para visitar y recorría convenciones en todos los Estados Unidos. Todo cambió a fines de 2014 cuando el condado de Frisco, en la localidad de Texas, aprobó la construcción de un lugar físico para el cometido.
Luego de retrasar su apertura 4 meses (estaba planeado a abrir en diciembre de 2015), finalmente hoy 2 de abril abrió sus puertas oficialmente el Museo Nacional del Videojuego, una de las colecciones de arcades, pinballs, juegos y mercancías más grande del mundo, la cual luego de mucha peleas y décadas, al fin puede visitarse y puedes interactuar con el. No solo es para ir a mirar y leer, hay máquinas reacondicionadas para poder ser utilizadas, e incluso existe un apartado especial con la historia de la gran caída del 83.
SI algún día te pegas un paseo a Frisco, Texas, puedes encontrar el museo en 8004 North Dallas Parkway, abre de martes a domingo y su entrada cuesta 12 dólares.
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