Por alguna razón, la prensa europea, en especial la británica, se ha abalanzado contra el popular videojuego de Nintendo y Niantic Pokémon Go. Artículos sumamente inflamatorios, condenando al videojuego por ser una herramienta potencialmente peligrosa para los niños, tanto para incentivarlos a violar propiedad pública como hasta ser víctimas de pederastas.
Todo esto ha generado una sensación de paranoia increíble, que no veíamos desde la discusión que si los videojuegos llevaban a los niños a cometer crímenes. Muchos sitios y diarios insisten en que esta app puede ser usada como una nueva herramienta de pedofilia, mientras que otros dicen que puede llevar a los niños a sitios recluidos y oscuros, donde no estén supervisados por ningún adulto.





Acusaciones de ser una “Zona Virtual muy peligrosa” resuenan también entre todas las críticas, en este caso de The Times, y alguna de las más exageradas apuntan que el videojuego parece una especie de religión. Esto ya sin duda es una vuelta al pasado, con declaraciones que suenan muy parecidas a otras que recordamos.


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