Deadpool 2: ¡rompiendo la cuarta pared como corresponde!

¡Wade Wilson! El mismísimo mercenario hablador, antihéroe y degenerado-regenerado está de vuelta, esta vez acompañado por nuevos enemigos, aliados y sorpresas para los nerds fanáticos y, también, para los que quieran pasar un buen rato viendo una película que nos trae acción, sangre, malas palabras y varias referencias a la cultura pop.

Deadpool 2 se encuentra dentro del universo cinematográfico de nuestros mutantes favoritos, los X-Men, y nos trae un elemento que ya habíamos visto en la saga traída por 20th Century Fox: ¡viajes en el tiempo! Como ya estamos acostumbrados, no nos detenemos a pensar las implicancias de manipular las líneas temporales, total, ya nos convencieron.

La cosa es que nuestro viajero en el tiempo es Cable, un mutante aguerrido que le sobra testosterona, maneja grandes armas futuristas y tiene todo ese rollo de The Terminator (1984), pero en vez de querer asesinar a Sarah Connor, viaja al pasado (presente para nosotros) a acabar con la vida de un adolescente poco agraciado que podría causar un desastre en el futuro, pero ¡cuidado con el Cable! Porque no les conté que es interpretado por el mismísimo Thanos (Josh Brolin), que parece está postulando al título del más “badass” del año. En serio, o sea los dos papeles, distintos universos, mismo actor, es demasiado y nos encanta.

Si todavía están con la sensación de “no me sorprende”, espérense un poquito que todavía faltan razones para que vayas al cine con tus amigos, pareja y familia… deja a los niños en la casa mejor, no es adecuada. Como ya podrán suponer, los planes de Cable se van a complicar cuando Deadpool se ve envuelto en la trama, por lo que rápidamente vemos secuencias de acción violentas entre los dos personajes, aparte las peleas tienen varios momentos hilarantes servidos por nuestro anti-héroe, mientras que la personalidad estoica de Cable le da un toque serio a la película que tampoco dura tanto. En suma, la película nos conduce por una serie de secuencias de acción divertidas, momentos cómicos que pasan por el humor negro, referencias que no se toman en serio a la franquicia de X-Men, burlas a otros universos de superhéroes y ¡hasta la película se burla de sí misma! Así es como se rompe la cuarta pared, damas y caballeros.

Para los que disfrutaron la primera entrega, se van a dar cuenta que esta secuela le hace justicia, nos muestra a los mismos personajes (Coloso, Weasel, Negasonic, entre otros), todos con ese “aquello” que nos divirtió tanto en el 2016, pero también los personajes nuevos se integran bastante bien al universo. El joven en peligro es Rusty (Firefist) que funciona como sidekick de Wade y tiene consigo todo ese tema de mutante oprimido y niño huérfano tan propia de la saga, también está Domino, la chica suertuda que, si bien se ve diferente a la de los cómic, tiene esta actitud despreocupada y agradable que no nos puede caer mal. Los otros personajes los vamos a dejar como sorpresa.

Con Deadpool 2, Wade Wilson se re-condecora como el más incorrecto del universo cinematográfico X-Men, con elementos de humor gráfico, visceral y referencias. Además divierte a los lectores del cómic, con guiños a Cable & Deadpool y otras series, pasándonos por debajo de la mesa esa tragedia detrás de la comedia sin amargarnos. Pero también a los que gustan del género con una película que pasa volando y entusiasma, botando la cuarta pared en sus elementos narrativos y la selección de música, que da la sensación que el mismo protagonista va poniendo en su mente retorcida.

Entonces, no esperen mucho más para ver la película y cuando lo hagan, quédense atentos que está plagada de referencias y cameos que da gusto ver en la pantalla grande.