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El Ministerio de Haj y Asuntos Religiosos se encuentran preocupadas, ya que, la comunidad Gamer de ese país está creciendo cada día más y más, y los shooters son sus preferidos, en especial el PUBG, es este último y más específicamente su versión móvil que ha sido restringido temporalmente y se encuentra en el medio de la polémica.
La versión móvil del popular Battle Royal PUGB, fue prohibida temporalmente por "influenciar de manera negativa" a los niños y jóvenes afganos. Los operadores de telefonía móvil del país han calculado que alrededor de 100.000 afganos lo juegan a la vez en las horas punta, y el cierre de escuelas y universidades por el COVID-19 lo ha potenciado.
Aunque los últimos títulos Battle Royale, se alejan de la realidad, aún son violentos a los ojos de las autoridades de la nación Asiática. Estos están preocupados por sus juventudes, argumentando que los niños y adolescentes del país se están perdiendo en estos juegos, cuando en realidad solo buscan escapar de la dura realidad de su país azotado por guerras verdaderas y conflictos contra grupos terroristas.
Zakria Ayubi, quien dirige una sala de juegos en Kabul, dice que PUBG ofrece una distracción bienvenida. Uno de sus amigos, un licenciado en derecho desempleado, juega toda la noche y duerme todo el día dice: 'He buscado trabajo y no hay nada. ¿Qué más puedo hacer? '”La prohibición enfurece al Sr. Ayubi. “¿Qué ha hecho el gobierno por nosotros? Intentan prohibir PUBG, pero ¿puedes ver algún servicio del gobierno para los jóvenes? "
Como siempre a los videojuegos se les echa la culpa de problemas que tienen bases muchos más profundas, en lugar de trabajar duro y realmente cambiar la vida de los jóvenes, se busca una excusa simplista para tratar de arreglar el problema.
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