Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / Cobertura / Instagram / Discord
Los videojuegos a día de hoy se han convertido en un medio que poco a poco se ha ido incorporando a nuestra sociedad mucho más allá que un mero entretenimiento, bien hemos conocido con el tiempo que estos han servido en procesos terapéuticos, apoyando a nivel físico y mental de diversos pacientes, y es que no es solo son un aporte en este aspecto, ya que de igual forma suelen ser una excelente compañía para aquellos que se hallan solitarios, ayudando muchas veces a quienes sufren de aislamiento.
Cada vez la industria del videojuego va sumando más adeptos que se adentran a este nuevo mundo, podemos encontrar incluso algunos adultos mayores compenetrando y disfrutando del medio… tal como el caso que da espacio a esta nota... La historia que te queremos contar hoy es la de nuestro amigo Klaus-Jürgen Langner, un hombre de 88 años quien ha recuperado el júbilo de la juventud gracias a los videojuegos.
Producto de la vejez Klaus-Jürgen se ha visto afectado por un dolor de cadera, que lo dejaría postrado por semanas, un panorama desfavorable que dio espacio al descubrimiento de la icónica franquicia The Elder Scrolls, un juego que conectó directamente con el retirado alemán, quien rememoraba paisajes y lugares propios de su juventud junto a Morrowind y Skyrim, los cuales sirvieron como un aliado perfecto para dejar de lado las dolencias, pero no todo sería miel sobre hojuelas…
La primera fortaleza de Skyrim significaría en primera instancia un fuerte desafío para Klaus-Jürgen, este al verse imposibilitado a traspasar esta fase del juego, solicitó ayuda de una forma muy peculiar. 100 carteles fueron pegados en los derredores de su vecindad, los cuales iban dirigidos a los conocedores de los videojuegos, apelando a los conocimientos de los gamers para poder pasar la primera fortaleza de The Elder Scrolls V: Skyrim. Estos carteles no pasaron para nada desapercibidos, llegando a ser virales en las redes sociales, así mismo miles de solicitudes de amistad y mensajes de apoyo fueron recibidos posteriormente en la cuenta de PlayStation. El desafío fue superado gracias a la solidaridad de los usuarios, y nuestro abuelo de esta manera pudo continuar su aventura contemplando el inmenso mundo de Skyrim.
Anteriormente Klaus ya había jugado Morrowind en su PC, pero al dar el salto a Elder Scrolls noto que la potencia no lo acompañaba. "Un experto nos dijo que sería caro actualizar la PC para que corriera bien el título", dice un vecino y amigo de Langner de 59 años llamado Heinz, que además de ser compañero de juego, ayudó a crear y distribuir los carteles que les permitieran a ambos avanzar en el juego. Heinz también resolvió el problema con la PC: fue a un centro comercial y le compró a Langner una PS4 con Skyrim.
Sin duda una historia llamativa que inspira a muchos de nosotros, y que ha llamado la atención alrededor del mundo.
Te recordamos que Tarreo.com también está Instagram y Twitter como @TarreoGamer ¡Síguenos!
(Fuente)
Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / Cobertura / Instagram / Discord
Comentarios
Facebook
Tarreo
Mejores
Nuevos