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Durante la jornada de este martes 18 de enero, la industria de los videojuegos vivió una de las mayores transacciones de toda su historia. Tras más de un año envuelto en polémica, el longevo y potente conglomerado financiero Activision-Blizzard, decidió venderse a la gigante tecnológica Microsoft.
En una transacción de 68 mil millones de dólares, los creadores de Windows se adjudicaron así algunas de las franquicias más reconocidas, incluyendo algunos benéficos títulos como Candy Crush en dispositivos móviles. A pesar de que esta compra no se hará efectiva hasta el año 2023, las primeras reacciones de la industria ya se han dejado ver.
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Según aseguró agencia EFE, una de las principales competidoras de la firma tecnológica, Sony, vio resentido el valor de sus acciones en la bolsa de valores de Tokio tras el anuncio que se dio a conocer la mañana del martes.
En concreto, la caída le significó una pérdida de un 13% en su valor original, casi cuatro puntos porcentuales arriba del desplome original, el cual se había estimado en un 9% durante horas de la tarde. Lo anterior, se debe potencialmente a que con esta compra, Microsoft (y por ende Xbox) sería dueño de algunas de las franquicias exclusivas e icónicas de Sony como Crash Bandicoot y Spyro, los cuales podrían potencialmente dejar de publicarse en dichas plataformas.-
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(Fuente)
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