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El mayor proveedor de Apple y Samsung, Foxconn, y docenas de otras fábricas en Shenzhen han detenido la producción después de que las autoridades establecieran una cuarentena en la ciudad de 17.5 millones mientras China enfrenta su peor brote nacional de Covid-19 desde el comienzo de la pandemia.
Se ordenó el cierre de fábricas en el centro de tecnología y fabricación que limita con Hong Kong, después de que China informara más de 5,000 casos de coronavirus transmitidos localmente en todo el país el fin de semana.
La cuarentena en Shenzhen está programada para durar seis días y podría agravar las interrupciones en las cadenas de suministro globales que han contribuido al aumento de la inflación en los EE. UU. y Europa.
Foxconn es el fabricante de productos electrónicos más grande del mundo y el proveedor más importante de empresas como Apple y Samsung. Muchos gigantes tecnológicos chinos como Huawei, Tencent y Oppo tienen su sede en Shenzhen, que se encuentra cerca de la frontera con Hong Kong. Foxconn dice que detendrá la producción en sus fábricas de Longhua y Guanlan hasta nuevo aviso, informa Nikkei; la fábrica de Shenzhen es la segunda más grande de Foxconn en el país.
Más de 30 empresas taiwanesas, que fabrican de todo, desde tableros de circuitos hasta módulos de pantalla táctil, anunciaron paradas de producción en sus fábricas de la ciudad. La mayoría de los fabricantes dijeron que las plantas estarían cerradas hasta el 20 de marzo a la espera de nuevos anuncios por parte de las autoridades locales.
Foxconn aseguró que la compañía había ajustado la producción en otras plantas para "minimizar un impacto potencial".
Trabajadores de los “parques tecnológicos” de Longhua y Guanlan de Foxconn dijeron que se les dio tres días libres con la posibilidad de que esto se extienda hasta el 20 de marzo. Se prohibió a los trabajadores abandonar los parques industriales masivos que combinan dormitorios e instalaciones de producción, según un aviso interno.
Las dos plantas de Shenzhen son grandes centros de producción para los iPhone de Apple y los trabajadores dijeron que habían estado ensamblando el último iPhone 13.
El empeoramiento del brote está poniendo a prueba la estrategia de cero covid del presidente Xi Jinping, que ha requerido cierres en toda la ciudad, pruebas masivas y un seguimiento meticuloso de los contactos cada vez que se detecta una infección.
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