Antes de ser funada, la nueva voz de Bayonetta dice que todos los actores de voz deben ser bien pagados, pero que aún así no dejen de apoyar el nuevo juego

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Hace un par de días Hellena Taylor, quien ha sido por muchos años la voz detrás del personaje Bayonetta, inició una campaña pidiendo boicotear la tercera entrega de la franquicia. Todo debido a que le ofrecieran solo $4.000 dólares para volver a darle voz al personaje, algo que describió como “un insulto" en un video publicado en su cuenta de Twitter.

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Y una de las aludidas de forma colateral es la también reconocida actriz de voz Jennifer Hale, quien ha estado detrás de personajes de sagas como Mass Effect, Metal Gear Solid, BioShock Infinite y Overwatch. Esto ya que Hale será quien le de su voz a Bayonetta en el nuevo juego, algo que en esta era actual de las redes sociales donde se crean “funas” por todo y sin pensarlo mucho, ha llevado a que muchos fans la hayan criticado.

Es por esto que la actriz ha salido al paso de toda la situación, indicando hace pocos minutos en su cuenta de Twitter que se encuentra bajo un contrato de confidencialidad, por lo que no puede hablar con libertad sobre la situación. Pero de todas formas, asegura que ha sido parte por largo tiempo de la comunidad de actores de voz y que apoya a que cada uno de estos artistas sean bien pagados, algo por lo que asegura ha luchado durante todos estos años en el trabajo.

“Cualquiera que me conozca o haya seguido mi carrera, sabe que tengo un gran respeto por mis colegas y soy una defensora de todos los miembros de la comunidad”, indica Hale.

Pero además y en apoyo al equipo detrás de la creación de Bayonetta 3, Hale indica que: “Pido sinceramente a todos que mantengan en mente que este juego ha sido creado por un abnegado equipo, lleno de gente dedicada y que espero que todos tengan una mente abierta acerca de lo que ellos han creado”, diciendo además que espera que todos los involucrados resuelvan estas diferencias de la forma más respetuosa.

Una postura que claramente es la de no hacerse parte de ninguno de los dos bandos y además, sin poder decir nada que la lleve a romper el contrato que firmó y verse expuesta a perder su trabajo o hasta incluso ser demandada.