Para entender el fanatismo de su hijo neurodivergente por Minecraft, comienza a jugar con él y termina también enamorándose del juego

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El tema sobre el tiempo que pasan en pantalla los hijos, siempre ha sido discutido, pero cuando existe el interés por parte de los padres puede llegar a suceder que tu madre se vuelva una gamer más. Según el medio Insider Esto le paso a la madre de Max, de tener dudas a la hora de dejar jugar Minecraft a su hijo, pasó a amar el videojuego y ser una “experta”.

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Max es un niño que ha sido diagnosticado con TDAH, ansiedad y trastorno del procesamiento sensorial, por lo cual busca siempre ese shot de dopamina, y bueno, como los juegos son auténticos golpes de dopamina según el artículo de La Vanguardia, porque nuestro cerebro la segrega por el reto que proporcionan los videojuegos como ante el logro de completar ese reto, suplen bastante bien la necesidad del pequeño.

Una parte de mí tenía mucha curiosidad por saber por qué este extraño juego era tan adictivo.

Así es como la madre, luego de investigar sobre Minecraft y lo creativo que es, decidió que su hijo lo podía jugar. Luego de varios meses la adicción al videojuego se estaba volviendo complicada, por lo que la madre decidió acompañarlo los últimos 10 minutos de las sesiones de juego para ayudarlo a volver a la realidad. Así es como ella se volvió una adicta más, ya que esos 10 minutos fueron aumentando cada vez más y más.

La madre declaró que el videojuego es una gran fuente de alivio, por el hecho de poder diseñarlo a tu gusto y florecer tu imaginación. De todas formas, pudieron establecer nuevos límites de tiempo para él y para ella, por lo cual pudieron disfrutar Minecraft nuevamente y vivir en el mundo real como es debido.