Elon Musk, el controversial magnate quien desde hace algunos meses es dueño de Twitter, realizó el que muchos han definido como un cambio trascendental en la red social. Esto ya que Musk cerró de forma definitiva el acceso académico a los datos internos de Twitter, herramienta que permitía a investigadores independientes como por ejemplo, de Universidades, analizar las publicaciones en busca de bots e información falsa.
Investigadores independientes han sido claves en la detección de campañas de manipulación de la opinión pública en Twitter, mediante la publicación de fake news. Campañas que se conocían gracias a que de forma periódica, los técnicos de la red social preparaban informes de transparencia cada cierto tiempo, en los cuales se daban cuenta de las operaciones tóxicas que habían detectado en semanas y meses anteriores. Algo que con el acceso a esta API, los investigadores académicos podían detectar mientras se estaban desarrollando, lo que al parecer ya no podrán hacer.
“Nos deja ciegos”
Han sido muchas las personas que se han quejado acerca de esta medida, tomada por el actual dueño de Twitter, como por ejemplo Mariluz Congosto, una de las mayores especialistas en propagación de mensajes y caracterización de usuarios en Twitter, quien en declaraciones con el medio elDiario.es, dijo: “Nos deja ciegos justo ante las elecciones. Ya no podemos rastrear lo que está pasando en Rusia, lo de Wagner, nada. Se ha acabado la transparencia en Twitter”.
Además, se reporta que entre sus nuevas condiciones, Twitter exige un pago de $100 dólares a cambio de descargar 10.000 tuits mensuales para su análisis (insuficiente para este tipo de investigaciones, que incluyen comentarios de miles de usuarios) o $5.000 dólares mensuales por un millón de tuits. Cifras que según Congosto, seguramente muchas universidades de Estados Unidos podrán pagar, “pero en las europeas hay un sinfín de proyectos que se van a quedar colgados. Los costes son disparatados y aquí no se concibe pagar miles de euros en algo así.
“Investigaciones, monitorizaciones sociológicas, todo se ha ido al garete sin avisar y sin dar opción a que la red sea trazable con alguna otra herramienta”, señala la investigadora.
Muchos usuarios también han demostrado su pesar por esto en la propia red social, entre ellos un profesor quien dice que “cerrar la API académica de Twitter es una gran pérdida para nuestra comprensión de los efectos de las redes sociales. Mis estudiantes usaron esto para analizar información y desinformación. No me puedo imaginar por qué el fanático de la libertad de expresión a cargo querría detener esto”.
Decisión que nuevamente pone en el centro de otra controversia a Elon Musk, ya que a pesar de tener problemas de credibilidad y propagación de discursos de odio, Twitter continúa siendo la red social donde se genera buena buena parte de la conversación social y política online, lo que la hace un foco de manipuladores de información, los que ahora podrán circular estas fake news con mayor libertad.
Editorial: Gaming / Facebook / Twitter / Cobertura / Instagram / Discord
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