Ante todo pronóstico ya que es verdaderamente un desastre, The Lord of the Rings: Gollum ha sido destronado como el peor juego del 2023, corona que se ha llevado Skull Island: Rise of Kong. Un título desarrollado por nada más y nada menos que IguanaBee, el talentoso y galardonado estudio chileno, quienes han revelado recientemente las condiciones en las que tuvieron que crear este juego, siendo un proyecto con una seguidilla de equivocaciones.
Y quiero recalcar lo de galardonado porque si no los conocías, te cuento que el estudio IguanaBee ha mantenido durante sus años de vida una calidad constante en sus juegos, con varios logros desde sus inicios, como ser uno de los primeros estudios latinos en trabajar directamente con Playstation. De hecho hace poco y junto a Studio Voyager, ganaron el premio a mejor título de Latinoamérica por segundo año consecutivo en el BIG Festival, por lo que llegar a lanzar el que será internacionalmente recordado como el peor juego del 2023, es algo que nos llamaba la atención, lo que al parecer se debe a malas condiciones de trabajo y presiones del editor del título.
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Malas y restrictivas condiciones de trabajo
Gracias a una conversación con el medio The Verge, parte del equipo de IguanaBee indicó que debieron completar el desarrollo en tan solo un año, lo que claramente no permitió que todo el potencial del juego se reflejara en el producto final. En la entrevista indican que comenzaron en junio del año pasado y que tenían previsto terminar el 2 de junio de este año, pero a finales de febrero, el equipo ya estaba desanimado.
"Empezó en junio del año pasado y estaba previsto que terminara el 2 de junio de este año. A finales de febrero estaba con el piloto automático porque se había perdido toda esperanza”, señala un creativo de IguanaBee.
Además de esto, el presupuesto asignado al juego por su editor, GameMill Entertainment, fue notablemente bajo, lo que impidió que se mantuviera a desarrolladores con experiencia. De hecho, el equipo de desarrollo contó con aproximadamente 20 personas, pero quedó claro que IguanaBee carecía de los recursos para crear el juego por sí solo debido a limitaciones financieras. Editorial que según varios rumores, prefiere contratar equipos independientes para desarrollar juegos en plazos cortos.
Y si eso fuera poco, los desarrolladores revelaron que se les proporcionaba información insuficiente sobre el proyecto, lo que generaba una frustración constante al tener que improvisar con los pocos detalles disponibles. Como resultado, se vieron obligados a aceptar las condiciones impuestas por GameMill, lo que finalmente llevó a una crisis en febrero.
Todo esto llevó como resultado que Skull Island: Rise of Kong termine siendo el desastre que es actualmente, juego que al igual que pasó con The Lord of the Rings: Gollum no creo que se pueda mejorar con parches, como sí sucedió con por ejemplo Cyberpunk 2077. Y además, espero que como el ex peor juego del 2023, su fracaso no derive en problemas económicos para IguanaBee y no tengan que llegar a decisiones terribles, como cerrar y dejar de entregarnos buenos juegos, como lo han hecho anteriormente.
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