Mujer gasta miles de dólares en consolas y juegos para evitar que su marido conozca a otras mujeres

La llaman “la más celosa de Reino Unido” y somete a su esposo a pruebas con un detector de mentiras

Mujer gasta miles de dólares en consolas y juegos para evitar que su marido conozca a otras mujeres

La llaman “la más celosa de Reino Unido” y somete a su esposo a pruebas con un detector de mentiras

Una esposa ha hecho noticia recientemente, ya que ha estado utilizado parte de los más de $100.000 dólares de sus beneficios que recibe del Estado, para comprarle a su marido consolas y videojuegos, en un intento por mantenerlo alejado de otras mujeres. Es por esta y otras de actitudes calificadas como tóxicas, que ahora es conocida como “la más celosa de Reino Unido”.


Se trata de una mujer de 43 años llamada Debbi, originaria de Leicester, Inglaterra, quien junto a su esposo Steve, de 32 años, han sido protagonistas de titulares en medios locales e internacionales. Todo esto, ya que Debbi decidió invertir parte de la ayuda económica que recibe por parte del Estado, por tener una condición de “movilidad reducida” en comprarle tres consolas a sus esposo y así evitar que conviva e incluso piense en otras mujeres.

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Mantiene a su esposo “entretenido” con videojuegos, mientras le revisa sus correos y el teléfono

Debbie acaparó titulares hace un tiempo, después de admitir que revisa el teléfono, las cuentas de correo electrónico y los estados de cuenta bancarios de su esposo Steve. Incluso le prohíbe ver programas de televisión protagonizados por ciertas mujeres, a quienes sospecha que le gustan.

La pareja ha sido entrevistada en varios shows de televisión
La pareja ha sido entrevistada en varios shows de televisión

Mujer que sufre de sobrepeso y recibe alrededor de $1.500 dólares al mes en apoyo de ingresos, movilidad, discapacidad y beneficios de vivienda. Según dice: "He pagado al sistema, tengo derecho a recibir las cosas que recibimos. Mi discapacidad, mi subsidio de cuidado, mi apoyo a los ingresos. No puedes darte la vuelta y decirle a alguien: 'Oh, porque eres obeso es tu culpa'. No fue culpa mía que subiera de peso".

"Es una situación triste que no puedo salir de casa para hacer el ejercicio que necesito por miedo a que otras personas se burlen de mí", asegura.

Más tarde, se reveló que los celos de Debbi son causados por el Síndrome de Otelo, un trastorno psiquiátrico que hace que los afectados crean que sus parejas han sido infieles, incluso sin evidencia. Su esposo dijo que debido a los celos de su esposa: "Probablemente pasamos más de la mitad del día jugando, agregando que le gusta “jugar Gran Turismo y Call Of Duty".

Para terminar, la mujer aseguró que ha decidido someterse a una operación que cuesta alrededor de $3.000 dólares financiados por los contribuyentes, con la que espera poder perder diez kilos, para así vivir menos ansiosa y pensando constantemente que su pareja la podría engañar.

Otro sujeto igual de celoso, vende colección su esposa en un videojuego para que no conozca otros hombres

La historia de esta mujer nos hace recordar otra que involucra celos dentro de un matrimonio, cuando un sujeto vendió la colección de Harvest Moon de su esposa para que no tenga “esposos virtuales”. El hecho fue publicado en por el propio hombre diciendo: “Acabo de casarme con esta mujer y pretendo que seamos una pareja entregada. Toleré su amor por los juegos de simulador de granja como Harvest Moon y Stardew Valley"

"Pero ahora que estamos casados, espero de ella que se entregue solamente a mí, y no a estos maridos virtuales. Mientras ella estaba en el trabajo, subí sus viejos juegos de Harvest Moon de GameCube a eBay. Pretendo darle su dinero cuando se vendan. También haré que desinstale Stardew Valley”, dijo.

Además, dice con algo de arrogancia: “A mí no me ves comprando almohadas de chicas de anime con poca ropa o detrás de mujeres ficticias, y espero lo mismo de ella en cuanto a hombres ficticios. Ella sabía que estaba incómodo respecto a que se casara con hombres virtuales. Ella tampoco tiene ningún amigo hombre, y me asegura que ninguno de estos hombres virtuales podría reemplazarme, pero no le creo”.

“De todos modos, ¿estoy en lo cierto? Además, si los géneros estuvieran invertidos, ¿sería ella la imbécil?”, remató.


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