En un nuevo triunfo para los grandes editores en su lucha contra la piratería digital, una corte de Estados Unidos ha ordenado a una conocida biblioteca pirata en línea, pagar $30 millones de dólares a varias editoriales. Sin embargo, esta victoria resulta agridulce, ya que la identidad de los responsables detrás de Library Genesis (Libgen), sigue siendo un misterio, lo que hace prácticamente imposible cobrar la millonaria multa.
El año pasado, varios de los principales editores de libros de texto presentaron una demanda contra Libgen, argumentando que la plataforma comete "graves violaciones a la ley federal de derechos de autor". Según los editores, Libgen es operada por individuos desconocidos, probablemente fuera de los Estados Unidos, que son plenamente conscientes de que la biblioteca es "una de las mayores, más notorias y extendidas operaciones de infracción de derechos de autor en el mundo". Los editores también señalaron que Libgen ofrece la descarga gratuita de más de 20.000 libros sin autorización, calificando la plataforma como "un esfuerzo masivo de piratería".
Ahora, una sentencia de la jueza Colleen McMahon impone una de las sanciones más duras hasta la fecha contra la piratería digital. Además de la multa, se ha ordenado el cierre de la biblioteca y la prohibición de cualquier actividad relacionada con la distribución de contenido protegido por derechos de autor. Sin embargo, esta decisión ha suscitado un debate sobre la eficacia de las acciones legales para frenar la piratería, ya que a pesar de la sentencia, la identidad de los administradores de Libgen sigue siendo desconocida. Esto complica la ejecución de la sanción, sobre todo porque la biblioteca ha demostrado su capacidad para eludir las acciones legales en el pasado.
Un ejemplo de ello es lo sucedido en 2017, año donde ya se le había ordenado pagar $15 millones a un grupo de editoriales, pero hasta la fecha no se ha realizado ningún pago por parte de la biblioteca pirata.
Con el objetivo de cerrar definitivamente Libgen, la jueza McMahon además emitió una orden judicial que prohíbe a cualquier persona o entidad colaborar con la biblioteca, ya sea alojando sus servidores o promoviendo sus enlaces en línea. Un punto clave de la sentencia es la prohibición de que Libgen reciba ingresos por publicidad, ya que la biblioteca ha admitido que sus ingresos provienen mayoritariamente de anuncios de Google. Si Google dejara de proporcionar ese apoyo publicitario, Libgen podría enfrentar serias dificultades financieras.
Sin embargo, y para cerrar, la efectividad de estas medidas sigue siendo incierta. Libgen ha demostrado su capacidad para resurgir bajo nuevos dominios y plataformas, desafiando los intentos de las autoridades por cerrarla de manera definitiva.
Jugador que tenia un servidor pirata de World of Warcraft tuvo que pagar más de $88 MDD debido a una demanda de Blizzard
En la perpetua lucha de Blizzard por combatir la piratería, los servidores privados de World of Warcraft han permanecido como un desafío constante, pero, a pesar de los esfuerzos de la empresa, propiedad de Activision, por mantener el control sobre su propiedad intelectual, estos servidores han persistido, desafiando las políticas y los términos de servicio establecidos por la compañía. En este contexto, uno de los enfrentamientos más significativos ha sido con Scape Gaming, los operadores de WoWScape, un servidor privado que ha desafiado abiertamente la autoridad de Blizzard.
Este caso particular no solo destacó por la resistencia de WoWScape frente a los intentos de Blizzard de cerrarlo, sino también por las dimensiones legales y financieras que lo rodearon. La batalla legal entre ambas partes fue un choque de voluntades, siendo un enfrentamiento que llevó a los tribunales a examinar detenidamente cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual, los derechos de autor y la protección de las marcas registradas en el contexto de los videojuegos en línea.
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