Un kit de memoria RAM de 4TB para servidores ha salido al mercado por $76.999 dólares, superando el precio de un Tesla Model Y, componente que está diseñado exclusivamente para centros de datos y tareas críticas, justificando su costo por su masiva capacidad y estabilidad empresarial.
Mientras las noticias del encarecimiento y subida de precio de las memorias ram siguen llegando, un acontecimiento ha sacudido los foros, medios de tecnología y las redes sociales, ya que ha surgido en el mercado un componente de hardware cuyo precio desafía las expectativas convencionales de cualquier consumidor. Se trata de un nuevo kit de memoria DDR5 de grado empresarial que ha captado la atención global no por su velocidad, sino por una etiqueta de precio que rivaliza y supera el costo de un vehículo eléctrico de lujo.
Según reportes del medio especializado VideoCardz, este kit de memoria RAM de 4TB, diseñado específicamente para centros de datos y estaciones de trabajo de élite, ha sido listado a un precio de $76.999 dólares. Esta cifra sitúa a un solo componente informático en el mismo rango financiero o incluso por encima de un Tesla Model Y premium, convirtiéndolo en uno de los kits de memoria disponibles al público más costosos jamás vistos, marcando además un hito en la valoración de componentes críticos para servidores y centros de datos.
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La comparación que ha encendido el debate en línea es inevitablemente automotriz y para ponerlo en perspectiva, el precio de este hardware supera las estimaciones de venta de vehículos eléctricos de alta gama en diversos mercados internacionales. Mientras que un Tesla Model Y 2025 o un Corvette Stingray 1LT del mismo año tiene un precio de salida considerablemente alto (alrededor de $70,195 dólares), dependiendo de la variante y la región, este único paquete de memoria se posiciona financieramente por encima.
En términos simples, la actualización de memoria para un solo servidor de un centro de datos moderno puede costar ahora más que adquirir un automóvil de lujo, subrayando la inmensa valoración que ha adquirido el silicio en la era de la información.
Junto a lo anterior, es fundamental aclarar que, aunque el precio sea astronómico, este producto vendido por NEMIX no está destinado a los ordenadores de escritorio de los usuarios cotidianos ni a los entusiastas de los videojuegos. El kit se compone de 16 módulos individuales de memoria RDIMM DDR5 de 256GB cada uno, sumando una capacidad total masiva de 4TB. A diferencia de la memoria RAM estándar que se encuentra en una PC doméstica, estos son módulos registrados.
Esto significa que incluyen un buffer incorporado y soporte completo para la corrección de errores (ECC). Estas características son vitales para garantizar la integridad de los datos y la fiabilidad del sistema, elementos no negociables para la infraestructura empresarial, pero innecesarios para el consumo típico, aunque es casi imposible no hacer la comparación con por ejemplo, el mencionado automóvil de Chevrolet.
Desde una perspectiva técnica, el rendimiento de esta memoria prioriza la estabilidad sobre la velocidad bruta. Operando a velocidades DDR5-6400 con una latencia CAS de 52 y un voltaje de 1.1V, el diseño está optimizado para soportar cargas de trabajo sostenidas y críticas. Este es el tipo de hardware que impulsa la columna vertebral de internet, con servidores que gestionan virtualización masiva, bases de datos inmensas y, cada vez más, cargas de trabajo de inteligencia artificial generativa.
En estos entornos, donde un solo error de bit o un tiempo de inactividad puede costar millones, la integridad de los datos justifica una prima de precio que resultaría absurda en cualquier otro contexto.
La inflación de la tecnología y el cliente objetivo
Lo que hace que este listado sea aún más impactante es la volatilidad reciente en su precio. Según datos de TechPowerUp, el mismo kit de 4TB tenía un precio de $70.800 dólares apenas un día antes de alcanzar su máximo actual. Este salto repentino de más de $6.000 dólares refleja la complejidad de fabricación y la escasez de componentes. A diferencia de la memoria DDR5 de consumo, los módulos registrados requieren componentes adicionales para mantener la integridad de la señal en capacidades tan altas, lo que dispara los costos de producción y, por ende, el precio por gigabyte.
Sin embargo y para cerrar, hay un matiz importante en esta historia de precios exorbitantes, el cual es el público objetivo, ya que si bien el precio de lista puede parecer un error tipográfico para el consumidor promedio, este hardware está dirigido a “hyperscalers”, instituciones de investigación científica y grandes corporaciones.
Compradores institucionales que suelen adquirir componentes en volumen y rara vez pagan las tarifas minoristas listadas, negociando contratos personalizados directamente con los fabricantes. No obstante, la existencia de este precio público envía un mensaje claro sobre el estado actual de la computación empresarial y de paso, al consumidor “normal”, como los gamers de PC.
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