Filosofando con Riku

Schutze no encuentra las llaves


Algunas
palabras pueden cambiar tus pensamientos e incluso llevarte a lastimar a
tus seres queridos; pero si tu corazón tiene la suficiente fuerza, no importa cuánto
veneno puedan esparcir las mentirosas lenguas de quienes desean controlarte, tu
esencia permanecerá intacta y te permitirá sobreponerte a la oscuridad.

 

Corazones
jóvenes

 

Hace un tiempo
vivía en las aburridas islas Destiny junto a mi mejor amigo, Sora. Una noche,
ligeramente menos sosa, hubo una lluvia de meteoritos, fue entonces cuando
Kairi llegó a nuestras tranquilas vidas; una de las primeras cosas que
decidimos mostrarle fue nuestro lugar secreto, una cueva que solíamos explorar
a menudo, después Sora resolvió que era momento de irnos. Justo antes de salir,
logré divisar una extraña puerta que desde ese momento ocupó mi mente, era como
si algo detrás de ella me llamara, no importaba cuánto lo intentara, mi pensamiento
no abandonaba la intención de averiguar qué había allí.

 

 


Mis dos amigos
y yo recolectábamos materiales con la esperanza de crear una balsa que nos sirviera
para abandonar la isla e internarnos en lugares más interesantes. En ese tiempo las
competencias con Sora eran muy divertidas, aunque siempre demostré claramente ser superior. La noche anterior a que usáramos la balsa para marcharnos, sabía
que era mi última oportunidad para conocer la verdad acerca del misterio que se
encontraba detrás de la enigmática puerta. Cuando la abrí, oscuros seres
invadieron toda la isla, mis amigos y yo sólo teníamos una opción: subir a la
balsa y abandonar el lugar que alguna vez llegamos a llamar hogar.

 

Un corazón
tocado por la oscuridad

 

Encontré a
Sora, pero la oscuridad nos envolvió. Pensé que era mi fin, lo mismo que el de
mi amigo. Cuando recobré la conciencia me hallaba en otro lugar, mi cabeza
estaba llena de preguntas: ¿dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Dónde están Sora y
Kairi? De pronto, una mujer de extraña apariencia llamada Maléfica me ofreció
refugio y me habló de cómo Sora nos había dejado a Kairi y a mí y nos
había cambiado por un pato llamado Donald y un tal Goofy. Eso explicaba por qué
nuestros destinos eran diferentes y la razón por la que no estaba junto a Kairi,
que había perdido el corazón frente a las fuerzas oscuras; por último, me dijo
que la única forma de ayudar a mi amiga era abandonar a Sora y aliarme con ella, la
propia Maléfica.

 

 




Antes de
aceptar, pude encontrar a Sora, quien portaba una Keyblade que tomé en mis
manos. Después ver su reacción, las palabras de Maléfica parecían verdaderas,
aunque algo dentro de mí se resistía a creerlo, como ese rayo de luz que
atraviesa la más oscura tormenta. Conforme pasó el tiempo, creció dentro de mí un odio por aquel que había sido mi mejor amigo.

Comentarios

  • Facebook

  • Tarreo (38)

 
 
  • Mejores

  • Nuevos

    Advertising