Anti-Review: Los Pilares de la Tierra

Un vistazo diferente al clásico juego de mesa


Está bien, está bien. Sabemos que este juego es realmente antiguo y que prácticamente en todos lados lo han analizado. Sin embargo, queremos partir esta amena sección de análisis no convencional con este juego usando la estúpida analogía de que será un “pilar” de la página. Cuánto humor hay desplegado por nuestras venas (para eventos masivos de humor favor contactarse con el encargado del sitio).

Para dar inicio a esto, tenemos que empezar por contextualizar el juego, que, por cierto, es la parte más aburrida. “Los Pilares de la Tierra” es un juego basado en la conocida obra literaria de Ken Follett, se puede jugar de dos a cuatro jugadores que encarnarán a maestros constructores. Ellos serán los encargados de construir la catedral de Kingsbridge. Todo esto se desarrolla en seis turnos (en cada uno de ellos se coloca una parte de la catedral) y gana el que al final del sexto turno tiene más puntos de victoria. El tiempo de juego es de 90 – 120 minutos y la edad recomendada es de +12 años porque incluye muchas apetecibles piezas que los paladares de los niños no resistirán.

Hemos estado averiguando y este juego tiene un especial aprecio por el público femenino. Teniendo eso en cuenta, juntamos a cuatro jugadores hombres para analizarlo y jugarlo. Cabe destacar que de esos cuatro, solamente dos lo conocían y los otros no. Y dentro de los que no lo conocían, había uno que es primerizo en los juegos de mesa. Así que gastamos la no despreciable suma de 20 minutos en explicar el juego. Finalmente, los dos que no lo conocían no entendieron nada.

Aun así, comenzamos a jugar. Antes, cada jugador parte con tres cartas de artesano básicos. Estos convertirán la materia prima en puntos de victoria. También reciben una serie de figuras que simulan [esclavos] trabajadores, además de un dinero base inicial. El juego consta de tres fases que explicaremos, a nuestra manera, a continuación. Las dos primeras fases 1 – escoger cartas de materia prima y artesanos - fueron de un tedio tremendo. Cada 30 segundos teníamos que explicar qué había que hacer. Logramos salir airosos de esto y cada uno tuvo su materia prima y los aldeanos que quería usar en ese turno. Luego de colocar los peones trabajadores en el tablero (cada uno en su zona correspondiente – bosque/madera, cantera/piedra y gravera/arena) se prosigue a la fase 2.

Esta debe ser la parte más entretenida de todo el juego: situar los maestros constructores. Cada jugador cuenta con tres de estas figuras que son ingresadas en un saquito negro y elegidas al azar. El jugador al que le pertenezca el peón sacado elige si pagar siete monedas y ponerlo donde quiera en el tablero o pasar. Hay que destacar que el oro escasea en el juego así que hay que pensarlo bien. Luego el siguiente peón tiene un costo de seis y así sucesivamente hasta llegar a cero. Los lugares en donde se coloca están dispuestos en el mapa y cada uno tiene una función distinta, de ahí que el que pague siete podrá elegir entre todos el que considere mejor. Por ejemplo, creo que de las seis fase 2, coloqué mi maestro constructor donde el Obispo unas seis veces (1313) ya que prevenía el evento que, inevitablemente, ocurre en la fase 3.

Esta fase consiste en resolver las acciones indicadas en el tablero en sentido horario (no hay donde perderse, en el mismo tablero indican el orden). Desde la acción 1 (evento) hasta la 14 (siguiente jugador inicial), cada jugador que puso un maestro constructor en su ubicación recibe el efecto de dicha acción. La acción 13, que es la Catedral, es sumamente importante, ya que acá se usan los materiales sacados con antelación para generar puntos de victoria. Es como si esos materiales se usaran en la construcción de la catedral. Un ingenio tremendo.

Bien, si leyeron hasta acá sepan que todo lo que escribí se repite cinco veces más durante el juego. Aunque las siguientes se van haciendo cada vez más rápidas porque ya se entiende la mecánica del juego. De hecho, el “no jugón” después nos complicó la vida con sus sabias elecciones.

En resumidas cuentas, “Los Pilares de la Tierra” es un juego sencillo en su mecánica, aunque las primeras rondas digan lo contrario. No sé si sea taaaaan ideal para los que recién comienzan porque pueden aburrirse al no entender al principio, pero si logran pasar esa barrera entenderá el juego y se divertirá. Aunque puede que alegue si va puntero durante 5 rondas y en el último turno, que es bastante determinante, vea como un veterano en la construcción de catedrales lo da vuelta.

Lo mejor

  • Es sencillo de explicar.
  • Tiene una cuota de azar razonable.

Lo peor

  • Puede darse el temido “tiempo muerto” en donde la mayoría sacará su celular para distraerse.
  • La interacción entre los jugadores es casi nula.

La escala

3 de 5 catedrales.

¿Dónde encontrarlo?

Gracias a los amigos de Devir Chile, podemos encontrar el juego en:

  • Librerías Antártica (todo el país)
  • Zmart (todo el país)
  • Entrejuegos (Providencia)
  • Anímetro (Providencia)
  • Mercadia (La Serena)
  • Rocadragón (Talca)
  • Hobbiton (Talca)
  • Tienda Devir (Providencia)

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