De acuerdo con un informante de la revista británica Edge, supuestamente allegado al asunto, el nuevo Xbox necesitará de una conexión permanente a Internet, dado que sus juegos vendrán con códigos de activación a fin de impedir la reproducción de títulos de segunda mano. Cabe acotar que no es la primera vez que escuchamos este rumor.
Según la fuente, otra novedad de la consola será la ya esperada implementación de discos de 50 GB de capacidad en formato Blu-ray, así como una nueva versión de Xbox LIVE y del periférico de registro de movimiento y voz, Kinect.
En su interior, el siguiente Xbox supuestamente tendrá un procesador AMD de 8 núcleos corriendo a 1.6 GHz, con una solución gráfica D3D11.x y 8 GB de memoria RAM.
El informante asegura que, a diferencia de lo que ocurrió durante la séptima generación de consolas, esta vez será la arquitectura y el sistema operativo de la consola de Microsoft la que ponga más limitantes y trabas a los desarrolladores, impidiéndoles al menos al comienzo llevar al aparato a su máximo potencial.
No se habló de fechas de develación o lanzamiento, pero los rumores apuntan a que la consola será presentada antes del E3 y debutará en otoño.
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