Un estudio que se llevó a cabo con 200 adolescentes hombres descubrió que los jugadores compulsivos tienen una red neuronal hiperconectada. La investigación utilizó un escáner del cerebro que mide los impulsos eléctricos en la materia cerebral de los individuos.
Esta investigación fue publicada en Addiction Biology, el 22 de diciembre, gracias una colaboración entre un instituto de la Universidad de Utah y la Universidad Chung-Ang de Corea del Sur.
Uno de los cambios negativos que se registraron en los jugadores empedernidos es un pobre control de los impulsos, aunque su cerebro está preparado para actuar rápido frente a la nueva información. “La mayoría de las diferencias que notamos podrían ser consideradas benéficas, pero vienen inseparablemente con problemas.”, comentó el autor del estudio, Jeffrey Anderson.
De acuerdo con Anderson, la hiperconectividad entre las redes neuronales de los jugadores compulsivos robustece la habilidad para dirigirse a objetivos y para reconocer nueva información en el entorno.
Por su parte, Doug Hyun Han, investigador de Corea del Sur y colaborador del estudio, explicó que los resultados que publicaron forman parte del trabajo más amplio que se ha realizado sobre el cerebro y sus conexiones neuronales en jugadores de tiempo completo.
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