Overwatch es gigante, no hay duda sobre ello. Con más de 20 millones de jugadores y siendo una de las IP más famosas de los últimos tiempos, hay muchas personas que quieren llegar a ser lo mejores. Qué camino más facil que con trampas, las cuales varias veces tienen un precio añadido.
Esto fue lo que motivó a Blizzard a exponer a la empresa Bossland, quien tenía una herramienta de nombre Watchover Tyrant que, justamente concedía cheats a los jugadores por un precio de $12.95 USD. Uno de los más usados es un wallhack que ya es común en este tipo de juegos, truco que deja ver la posición de los personajes enemigos.
Esto es el primer paso para un esfuerzo que hace la compañía de limpiar el nombre del juego y de su reputación, ya que esto es razón para que los jugadores abandonen completamente el juego.
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