Educación + Gamification = Calidad

En Tarreo luchamos contra el estigma de que los videojuegos tan solo generan violencia y actitudes negativas, nos enfocamos en observar las propiedades positivas que tienen los títulos en los más jóvenes. Ya vimos en concreto el trabajo de Fernando Rojas, Chileno que propuso enseñar a hacer videojuegos en el colegio como un método de integración en el aprendizaje.

Gerard LaFond es vicepresidente de la universidad de Pearson, y co-fundador de Persuasive Games. El también está trabajando en la gamification de la educación a través de su proyecto: Alleypop.

Todo comenzó observando a la juventud, ejercicio completamente sencillo pero que las autoridades involucradas en la educación inhiben absolutamente. ¿Cual es la rutina de los jóvenes en internet? pasan muchas horas en sitios como Facebook y Youtube. Juegan videojuegos, ven programas de alta definición en la TV y de no estar en sus casas, la mayoría sigue interactuando con la nube a través de sus smartphones.

Todo esta rutina se ve opacada por el clásico método que utilizan en el colegio para enseñar, donde los profesores insisten en escribir sobre una pizarra o hablar por horas. Un método que no está dando resultados puesto que la distracción de un niño es muy alta, pudiéndose concentrar quizás, los primeros 20 minutos. El ciclo escolar actual alude al REPETIR, y según LaFond ese método está alejando a los niños del aprendizaje.

Estamos desperdiciando las oportunidades que ofrece la tecnología para participar y sumergir a los niños en la curiosidad, el aprendizaje y el descubrimiento. Las escuelas no sólo deben preparar a los estudiantes para aprobar los exámenes estatales y pruebas estandarizadas. También hay que prepararlos para las complejas situaciones del mundo real que sin duda van a tener que enfrentar.

Si creemos que parte de la solución a nuestros problemas de la educación es tener un mayor compromiso, entonces tal vez deberíamos recurrir a las tácticas del mundo de los videojuegos para llegar allí, atentos con estos tips de la gamification por la educación:

La libertad de fracasar en un ambiente seguro

Hay muchas lecciones en el mundo de los videojuegos que podemos aplicar a la educación y ver resultados inmediatos. Por un lado, los juegos pueden crear un entorno libre de riesgos para el aprendizaje y el descubrimiento. En la mayoría de los juegos, el fracaso es un hecho. A menudo, los jugadores deben "morir" varias veces antes de acumular los conocimientos y las habilidades necesarias para ganar. Ya que es una falla con la cuenta el jugador para poder comprender así, el enfoque de prueba/error y finalmente dilucidar el camino hacia el éxito. Esta es una forma muy efectiva para los adolescentes a la hora de aprender, y no requiere de los compañeros o adultos diciéndoles constantemente que hicieron algo " equivocado" es importante destacar que no hay vergüenza en torno a este tipo de falla, es simplemente parte del proceso de aprendizaje.

Aunque este tipo de práctica puede ser difícil de replicar en la sala de clases, los educadores y los padres deben tener en cuenta que la creación de oportunidades no estrictas, harán del estudiante alguien más libre y arriesgado. Ya que que muchas veces los que desertaron totalmente del colegio son aquellos que no pudieron con la presión de sus pares respecto a su fracaso escolar. No pueden sobrellevar la frustración, esta lección de los videojuegos nos hace libres, y constantes, generamos desafíos al respecto.

[p]El poder de la Mecánica del juego

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En segundo lugar, los buenos juegos están diseñados para que los gamers quieran trabajar duro para lograr un objetivo. En el mundo del juego se conoce como "grinding", que viene siendo el término que se ocupa para describir el proceso por el cual un jugador realiza acciones repetitivas en el juego con el fin de tener acceso a otras funciones y conseguir objetivos en él.

Según Jane McGonigal, diseñadora de videojuegos y autor de Reality is Broken, los jugadores de World of Warcraft se gastan unas 600 horas de grinding antes de llegar a las cosas buenas. Sin embargo, los jugadores podrán perseverar porque realmente quiere llegar a las cosas buenas. Esto es importante, porque por ejemplo las matemáticas, al igual que muchas otras habilidades valiosas, requiere de bastante trabajo antes de llegar a tener un total dominio. 

Si el colegio tuviese objetivos como en los videojuegos y no una simple calificación con números y una charla de 2 horas para enseñarte algo, quizás podríamos llegar a estudiantes que se esfuercen horas extras como los mismos gamers de WoW en conseguir sus objetivos. Ser perseverantes y no conformistas.

Los videojuegos tienen muchas otras características que los convierten en un vehículo perfecto para hacer frente a los problemas de la educación. Existen muchas ideas de la gamification en el mundo del marketing, puesto que ha dado muy buenos resultados con los clientes. Si aplicásemos la misma estrategia en la educación, creo que el impacto sería inmediato. Los jóvenes siempre estarán dispuestos a probar cosas nuevas, por lo que si proponemos proyectos que los acerquen a su mundo aprovecharíamos al máximo sus capacidades.

Si otorgamos un refresh al método de enseñanza con pequeñas metas alcanzables, recompensas y una retroalimentación constante, de seguro el resultado será positivo y gratificante para todos.

¿Y tú, como integrarías los videojuegos a la educación?