Juegos que nos hacen sentir como niños

Recordamos la infancia con 22 títulos que evocan el pasado


Recomendaciones por Luis Sánchez

Minecraft

Minecraft es uno de esos juegos que indudablemente tiene la capacidad de transportarme a esa época olvidada de cuando era un mocoso y los juguetes que más llamaban mi atención eran los bloques de plástico que apilaba sin remedio. Las razones sobran y no es ningún accidente que el título desarrollado por Mojang sea tan famoso entre el público infantil (con un lamentable estigma) porque contribuye a estimular la imaginación como muy pocos.

Dicho título es una experiencia a la que indudablemente regreso después de una indeterminada cantidad de años. Es inevitable: algún misterioso conjuro me hechiza para regresar al mundo de cubos y pixeles para apilar bloques de piedra, tierra y arena con el fin de crear toda clase de estructuras monolíticas.

Lo común en cada incursión en este universo es que regreso al mundo de cubos con algún proyecto colosal en mente. Siempre imagino grandes castillos, enormes boquetes que se sumen en el horizonte y otros que se levantan por encima del horizonte. En cada ocasión, tengo visiones más allá de las limitaciones tecnológicas y de diseño que existen en Minecraft, porque estimula la creatividad, cualidad que abunda en nuestra infancia.

Portal

En octubre de 2007, Valve Software cambió la faceta de los juegos de acertijos con el lanzamiento de Portal. Dicha entrega fue un hito en cuanto a diseño, pues introdujo mecánicas nunca antes vistas para su época. Cuando lo jugué por primera vez, sentí que me daba la bienvenida a un mundo inaudito cuyas reglas eran desconocidas. Cada paso me sumergía más y más en un universo sin lógica que con el pasar de los años dejé de cuestionar.

También me enseñó que es posible sentirse como un niño durante la época crucial en que se aprenden las reglas de nuestro mundo, gracias a que sus mecánicas de juego se pueden considerar como un nuevo lenguaje, el cual se enseña gradualmente en cada oportunidad y se utiliza para resolver los intrépidos e ingeniosos acertijos del título.

Portal es una entrega cuya magnitud de entretenimiento y enseñanza son iguales, y aunque no sean capacidades que utilicemos para resolver un problema en la vida real, sí nos remonta a la época donde éramos unas pequeñas esponjas que absorbían conocimiento.

Undertale

Este hit independiente de 2015 oculta grandes lecciones que nos transportan a cuando nuestras responsabilidades eran pocas y la única preocupación que teníamos era sintonizar el televisor a una hora específica. Así, considero que Undertale evoca un sentimiento que pocas veces se le atribuye: la ingenuidad.

La ingenuidad es una de las tantas cualidades y capacidades innatas de la niñez que, desgraciadamente, se va diluyendo conforme los años se apilan y por desagradables experiencias. De esta manera, el progreso de Undertale nos lleva a tomar decisiones que podrían considerarse normales en todos los juegos, debido a que, generalmente, los videojuegos siempre se han tratado de vencer y ganar sin importar el contexto.

De esta forma, el final pacifista de Undertale nos lleva por la ruta contraria a la narrativa natural del videojuego porque para obtenerlo extrañamente no hay necesidad de vencer a nuestros adversarios. Al contrario: tenemos que ayudarlos. Es así que Undertale nos enseña la importancia de ser ingenuos, para salir del molde e ir más allá del guion establecido con el objetivo de ayudar a un personaje que está en problemas, pero que conscientemente no lo sabe. Por esta razón, pienso que este título se trata de una poderosa joya reflexiva que todo mundo, en algún momento, debe acabar y llevar a sus últimas consecuencias.

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